jueves, 7 de abril de 2016

Los consejos que no debes olvidar al solicitar el borrador de la Renta 2015-2016

Se abre el plazo para realizar la declaración de bienes ante Hacienda: así tienes que hacerla.

Lo mas común en nuestro país, cuando nos llega el borrador de la Declaración de la Renta , es confirmar directamente, sin revisarlo siquiera. Sin embargo, el sindicato técnico de hacienda, recomienda perder unas horas en revisarlo para comprobar que se han tenido en cuentas algunas deducciones a las que cada uno tiene derecho.
Por ello, para esta Declaración de la Renta 2015-2016 te recomendamos una serie de consejos imprescindible relacionado con el Plan Pive o las deducciones por viviendas.
Acudir a un técnico tributario es una opción, de cara a la campaña de la renta que se inicia. En esta ocasión , como novedad, deberá utilizarse un programa de Internet llamado RENTA WEB que nos ayudara en nuestro propósito. No obstante, la Agencia Tributaria se ha comprometido a seguir enviando los borradores que están incompletos o que falta de información no se puede confirmar  de manera automática


En este sentido, los expertos hacen algunas recomendaciones para repasar los puntos imprescindibles de los borradores:


1. Plan Pive. Los técnicos detectaron el año pasado que las ayudas públicas derivadas del plan de incentivos para la compra de vehículos no estaban reflejadas en el borrador, por lo que muchos debieron hacer una declaración complementaria.
2. Deducciones por vivienda. Al parecer, el error más común es no contabilizar de forma correcta la deducción por vivienda. Además, hay que tener en cuenta que este año sólo serán válidas las deducciones por alquiler de aquellos inquilinos cuyos contratos de alquiler estén firmados antes de 2015.
3. Limitación de la deducción por aportaciones a planes de pensiones.Éste es uno de los cambios más destacados: la reducción al máximo de las aportaciones a los planes de pensiones de los 10.000 euros de forma general a 8.000 euros.
4. Mejoras en las deducciones por donativos. En esta ocasión, los contribuyentes podrán desgravarse el 50% de los primeros 150 euros donados.
5. Diferencias entre autonomías. Este es un punto que se debe revisar, puesto que cada comunidad cuenta con escalas de tributación diferentes.
Una vez tenido esto en cuenta, cabe recordar que el 6 de abril se inicia la campaña de presentación de borradores y declaraciones por Internet, que el 4 de mayo da comienzo el servicio de concertación con cita previa, que el 10 de mayo ya se pueden presentar las declaraciones, que el 30 de junio acaba el plazo.


La “bábushka” que lleva 30 años desafiando la radiación junto a Chernóbil

Opalchichi. A sus 87 años , Maria Shovkuta vive sola en su casa cercana a la central de Chernobil, adonde regreso poco meses despues de ser evacuada, como todos sus vecinps, tras la catastrofe nuclear del 26 de abril de 1986.

Cuando volví daba saltos de alegría, me caían las lágrimas y lo primero que hice fue besar la tierra de mi huerto”, cuenta a Efe en su casa de madera en el pueblo de Opálchichi, a 25 kilómetros de la central y dentro de la “zona de exclusión” de 30 kilómetros creada tras el accidente.
Vestida con una chaqueta de lana roja y con la cabeza cubierta con una pañoleta como es tradición en las “bábushkas” (abuelas) del campo ucraniano, esta anciana menuda y pizpireta rezuma energía por los cuatro costados mientras nos muestra su coqueta casa pintada en blanco y azul.
“Me llamo María Petrovna”, se presenta a voz en grito, utilizando su patronímico. “Nací aquí en 1929 y viví aquí toda la vida“, continúa.
Antes de la fatídica madrugada del 26 de abril de 1986 vivían en el pueblo unas 600 personas. ”Avisaron por la radio que había explotado la central de Chernóbil y que tenían que evacuarnos... Trajeron unos aparatos para medir la radiación y unos autobuses“, recuerda de aquellos días posteriores al accidente. ”Dijeron que nos lleváramos pocas cosas. El 4 de mayo por la noche nos trasladaron a otro pueblo. Enseguida me puse a ayudar allí, con los animales. Pasé el invierno, pero la siguiente primavera ya estaba de vuelta en casa, trabajando en mi huerto“.


Con ella, volvieron al pueblo 150 personas, pero ahora, 30 años más tarde, solo quedan cuatro.
”¿Dónde está la radiación? Los ucranianos no tenemos miedo“, asegura y desgrana su particular versión de los hechos.
”El jefe del koljós (granja colectiva soviética) estaba robando todo lo que quería, y nos evacuaron para que nos olvidáramos. Aquí está todo limpio, no está contaminado“, insiste.
Dice que les prohibieron hacer fuego, pero ella un día encendió una hoguera. Luego, un helicóptero comenzó a volar cada vez más cerca ”y el piloto abrió la ventana y me amenazó con el puño. Yo agarré un palo y también le amenacé“, cuenta, mientras ilustra con gestos aquel incidente.
María Petrovna es una de las 1.500 personas que decidieron volver a la zona de exclusión en los dos años posteriores al accidente y se instalaron en 12 pueblos. Fueron muriendo y en la actualidad apenas quedan 156, repartidos en cinco pueblos. Vive de una pequeña pensión, y su hija y su yerno le traen desde Kiev provisiones de vez en cuando. También dice que le ayudan los guardias forestales de un pueblo cercano, que le dan pan o leche y le acercan leña cortada para alimentar la estufa.
Pero además, desafiando a la radiación, ha plantado en su huerto tomates, cebollas y patatas.
El interior de su casa es alegre y colorido. Paños típicos ucranianos de flores adornan mesas y ventanas. En las paredes cuelgan almanaques con láminas de iconos, y una gran fotografía de su hijo preside el saloncito donde come y se sienta frente a la ventana.
”Murió cuando tenía 32 años en un accidente de tráfico“, afirma. De su marido no recuerda nada, o no lo cuenta, pero sí rememora cuánto le gustaba bailar y hasta da algunos pasos.
En otra estancia, junto a la cama, un aparador recoge todos sus recuerdos: tazas de cerámica y de plata, figuritas y fotografías, incluida una de cuándo ella era joven. ”¿Me parezco?“, pregunta coqueta, mientras se mueve incesantemente por la pieza.
También está orgullosa de una fotografía del expresidente ucraniano Víktor Yúschenko, que alguna vez la visitó.

Ella sola cocina, ”borsch“, la típica sopa ucraniana, o patatas cocidas, y en verano trabaja en el huerto.
Recientemente estuvo en Kiev unas semanas porque estaba enferma. Su hija trató de convencerla para que se quedara, pero ella se negó. ”Hasta el médico me dijo que el mejor sitio para mí es aquí, que en cualquier otro lugar me moriría", sentencia.